Leí en los últimos dos días los libros Lennon (de David Foenkinos, un francés admirador hasta lo indecible de Lennon, según sus propias palabras) y Prat (del chileno Patricio Jara, antofagastino, que ha escrito varios libros, de los cuales creo que los he leído todos salvo uno, y todos me han gustado).
Lennon me reconcilió un poco con Lennon (valga la redundancia). Nunca me gustó fuera de Los Beatles, ni menos con Yoko, pero ahora creo entender un poco más sus actitudes. No sabía muchas de las cosas que se cuentan en el libro, en el cual el autor asume la voz de Lennon en varias citas con su siquiatra (el de Lennon), lo que, según lo narrado, parece muy sensato. Entre otras cosas, que fue un pésimo padre de su primer hijo y un muy bueno con su segundo. Que hasta que conoció a Yoko Ono, las mujeres eran para él sólo un accesorio para su entretención. Que comenzaron a tocar muy jóvenes y que, a pesar de lo que se dice y lo que él mismo escribió (en canciones y en textos) acerca de Paul McCartney, eran buenos amigos(con algunas interrupciones) y se admiraban mutuamente. Que todas las supuestas “payasadas” que hicieron con Yoko Ono (las quedadas en cama por varios días y otras), las hizo para aprovechar su fama y enfocar la mirada de los medios hacia lo atroz de la guerra. Que odiaba Inglaterra y amaba USA, pero que casi fue deportado de vuelta a Inglaterra (y si lo hubiera sido no lo hubieran acribillado ese día frente a su casa). De la inicial nula relación con su madre (fue prácticamente criado por la hermana de ella), hasta después de los 20 años, en que se volvieron a relacionar. De la mala relación con su padre, un marinero que nunca estuvo, salvo pocos días, durante su infancia, que luego se marchó y sólo apareció de nuevo cuando John se hizo famoso. En fin, habla además de algunas canciones(por ejemplo de Dear Prudence) y de por qué las canciones de los Beatles están todas firmadas por Lennon-McCartney. Creo que vale la pena leerlo. Es ameno, bien escrito, rápido de leer.
El otro libro, Prat, de Patricio Jara, habla de los últimos días de Prat, su relación con Uribe, Condell y con Williams Rebolledo(o mejor dicho su no relación). De cómo estaban en Iquique mientras el grueso de la escuadra esperaba sorprender a la escuadra peruana encerrada en Callao. Desafortunadamente, como había una niebla terrible, se cruzaron con los peruanos mientras iban al norte. Al llegar los peruanos a Iquique se encuentran con tres barcos chilenos, Esmeralda, Covadonga y Abtao. El Abtao tomó rumbo al sur inmediatamente y fue quien dio aviso de la llegada de los peruanos y del combate posterior.
La Covadonga, comandada por Carlos Condell, después de recibir una andanada, escapa seguido por el segundo barco peruano, Independencia, pero no se relata el final de este enfrentamiento.
La Esmeralda recibe, tras varias horas de duda de parte de Grau, varios espolonazos. Grau se contuvo esas horas, porque al parecer recibió noticias de las autoridades iquiqueñas de que la Esmeralda habría sembrado de minas marinas el mar circundante, lo que ocurre porque habían estado haciendo unas pruebas los días anteriores con el escaso material explosivo que poseían. Nunca lograron fabricar ni menos colocar tales minas. Cuando Grau se dio cuenta de la realidad, tiró al Huáscar encima del barco chileno.
En resumen, el libro cuenta algunos aspectos de la vida de Prat antes de ser asignado a la Esmeralda.
Creo que vale la pena leerlo. Habla del Prat humano más que del héroe naval.