Cuando era joven (e inocente), hace más de 40 años, solía escuchar, a diferencia de otros de mis amigos o compañeros de curso, la Radio recreo, que, por lo que recuerdo, emitía principalmente canciones en español. Los cantantes de la época, famosos, que me gustaba escuchar, debo reconocer, sin vergüenza, eran principalmente españoles. Y el que más me gustaba, según recuerdo, era Nono Bravo, que murió muy joven , en un accidente, cuando estaba en el top de su fama. Dentro de sus canciones (que intento cantar, con una que otra pequeña desafinación y alcance de voz) es Puerta de amor, que es muy poco conocida (creo), pero que a mi siempre me ha fascinado, no pregunten por qué. Sólo es así. Por lo menos a mí me pasa, usualmente, que una canción, una melodía, un tema, me gusta por la letra (muchas veces), o por la melodía(muchas veces también). Finalmente esos temas terminan siendo parte de mi historia musical (si es que se puede llamar así). Otros temas, al principio no me gustan, o no me llaman mayormente la atención pero, con el pasar de las escuchas (o sea, después de haberlos escuchado varias veces), terminan por ser de mis temas favoritos.
Al igual que con los libros (es decir, con los autores de libros), me ocurre que he llegado a algunos de ellos (quizás a muchos de ellos), por recomendaciones de algún amigo, conocido, crítico (aunque usualmente los críticos no coinciden mucho con mi opinión de algunos libros) o últimamente de lecturas en que se nombra ciertos autores o títulos de libros, que me llevan a buscar el libro o el autor. Ello (esa búsqueda), me lleva a descubrir un nuevo mundo (la obra completa del autor, y otros libros relacionados con dicha obra). Hoy con Google eso es muy fácil 8y rápido) de hacer.
Ocurre así que aquellos temas que escuchaba en mi ya lejana juventud, y que forman parte de mi historia musical, por eso mismo, por formar parte de mi historia musical, requieren ser escuchados cada tanto tiempo (y muchas veces, quizás las más, aparte de ser escuchados, de ser cantados, aunque a veces el resultado no es el deseado, porque, debo decirlo, hay temas, que aunque son de mis preferidos, me es muy difícil cantarlos, con alguna cercanía a su melodía real). Por eso, hace ya muchos años, comencé mi colección primero de vinilos (aunque pocos, porque mi poder adquisitivo en ese tiempo era bastante precario). Luego seguí con los cassettes, los que tenía numerados y anotados en dos o más libretas, título, autor y nombre de todos los temas, por un lado y otros) No existían computadores aún es ese tiempo. Cuando aparecieron los Cd’s, comencé a coleccionar la música que más me gustaba, y aun tengo la colección completa de muchos cantantes y grupos, como Serrat, Sabina, Inti, Quila, los Parra, Congreso (especialmente), Rolando Alarcón, Víctor Jara, Beatles, Queen, Joan Baez, León Gieco, Víctor Manuel y tantos otros.
Debo confesar que en los ’80, me cargaba el rock argentino (y durante muchos años me negué a escucharlo, salvo Sui Generis). Gracias a personas cercanas, aprendí a escuchar a Charly García y algunos otros, pero no son mis preferidos. Me cuesta escuchar a los brasileños, salvo algunas cosas de Chico Buarque (el LP es español), un par de cosas de Milton, de Caetano Veloso y un par más.
De Perú me gusta Chabuca Granda y Eva Ayllón.
Y podría seguir nombrando países e intérpretes, pero lo que quería contar desde el principio, y aun no he podido hacerlo, porque me he ido (como siempre, dirán algunos) por las ramas, es que me ha pasado muchas veces, haber escuchado un tema y no saber cómo se llama y quién lo canta. Debo aclarar que para mí es imprescindible saber esos dos datos de una canción. Si no, es imposible volver a escucharlo, porque si uno no sabe lo que anda buscando, es imposible. Hoy, gracias a Shazam, es posible saber ambos datos mientras escucho el tema, y gracias a Google, uno podría llegar a saber ambos datos colocando alguna información de la canción (por ejemplo, que se trata de un preso acusado de asesinato en forma injusta: si uno coloca eso, aparece en tercer lugar en Google el nombre de Rubin Carter, y también aparece lo que andábamos buscando, que es que Bob Dylan le hizo una canción llamada Hurricane, en 1965, y que además hay una película (donde trabaja Denzel Washington) de 1999, acerca del mismo personaje).
A lo que quería llegar, y probablemente con esto, quizás, aunque aun no lo sé, termino, es que en esa época (esa ya lejana juventud), había un tema que me encantaba. No sabía el nombre ni quién lo cantaba. Tampoco era que se escuchar mucho en la radio (aunque ya en esa época grababa mis propios cassettes, ese tema nunca logré grabarlo, sobre todo porque no sabía los dos datos: nombre e intérprete).
Además, debo reconocer, no le pegaba nada al inglés (porque, aunque no lo he dicho, la canción estaba en inglés). Debo haber tenido 13 o 14 años (1973-1974), y ahora sé que el tema era de 1970, por lo tanto ya estaba como pasado de moda, por lo que lo pasaban por la radio, pero poco, al menos en las que yo escuchaba.
Con el tiempo, mis favoritos pasaron a ser, como ya dije, Serrat, Inti, Quila, Silvio, Milanés, y otros de ese estilo, aunque nunca dejé de escuchar temas de Beatles y otros, cuando los conocí. A los Beatles los conocí ya de 19 años, estando en la universidad, cuando un profesor, muy joven, Víctor Moll, me prestó o me grabó en cassette un LP de ellos, específicamente Rubber Soul. En esa época ocnocí (bastante tardíamente pero peor es nunca) a Emerson Lake and Palmer, Jethro Tull, Joan Baez, Bob Dylan, Jim Croce, más tarde a Tracy Chapman y otros más.
En esa época escuché por primera vez, aunque no lo crean, Escalera al cielo, de Led Zeppelin, que era de 1970. O sea, los conocí bastante después de que comenzaran a tocar, hablo de los ’80.
Usualmente, cuando conozco o escucho a algún grupo o intérprete, consigo el disco (o cassette o vinilo) y lo escucho al menos una vez completo. Ahí van saltando algunos temas que me llaman la atención, y que voy escuchando más de una vez. Y luego voy consiguiendo otros discos del mismo grupo o intérprete. Ahí me llevé la sorpresa. En otro disco de ellos (Led Zeppelin) estaba la canción de la que no sabía el nombre ni el intérprete. Inmigrant song (canción del inmigrante) se llamaba.
Otro tema que me gusta en ese tiempo y del cual desconocía su intérprete, era Love is Love (según yo pensaba, pero finalmente resultó que el tema se llamaba Love is like Oxygen, y lo interpretaba un grupo llamado Sweet.
Reconozco hidalgamente que no tenía ni la menor idea de lo que decía la letra de ambos temas. Recién hace un tiempo, en mis ratos de ocio (hay días en que son largos, y principalmente aprovecho de leer), me puse a buscarlos, y logré leer la letra de ambos temas.
La canción del inmigrante dice:
Nosotros venimos de la tierra del hielo y la nieve
Del sol de medianoche, donde fluye el verano caliente
El martillo de los dioses
Guiará nuestros barcos a nuevas tierras
Para combatir las hordas, cantar y llorar
Valhalla, estoy llegando
Para ello barremos el mar con nuestros remos
Nuestra única meta será la costa oeste
Ah-ah, ah!
Ah-ah, ah!
Nosotros venimos de la tierra del hielo y la nieve
Del sol de medianoche donde fluye el verano caliente
Cuán suaves vuestros campos, tan verdes
Pueden susurrar cuentos de sangre
De como calmamos las mareas de la guerra
Somos vuestros señores
para ello barremos el mar con nuestros remos
Nuestra única meta será la costa oeste
Así es que mejor ahora deténganse y reconstruyan todas vuestras ruinas
Para que la paz y confianza puedan ganar el día a pesar de todas vuestras pérdidas
El otro tema dice que el amor es como el oxígeno, sin él no se puede vivir.
Cosas de la música. Nunca escuché ningún otro tema de Sweet.